Peligros de otoño: setas y garrapatas

Se acabó el verano y con ello el calor, se disminuyen las horas de luz, empiezan las lluvias... A muchos nos gusta esta época del año, sobretodo a los peludos, porqué no es tan sofocante y empiezan a mostrarse más activos que durante la época de verano; así, muchos dueños empezamos a hacer más excursiones por la montaña y demás, conllevando esta actividad ciertos riesgos que debemos conocer e intentar prevenir:

• la intoxicación por hongos (setas)
• las garrapatas

INTOXICACIÓN POR HONGOS (SETAS)

En otoño y si el tiempo es favorable, empiezan a proliferar todo tipo de setas, dependiendo de la zona boscosa en la que nos encontremos. Los hongos tóxicos se clasifican en cuatro categorías (A, B, C, D), basándose en los signos clínicos y el momento de aparición, y en siete grupos (1-7) según la toxina que contienen. Aun así, como a veces es difícil identificar qué tipo de hongo ha ingerido el perro, siempre que se pueda deberemos coger una muestra y llevarla al veterinario.

Síntomas: Pueden variar mucho dependiendo del tipo de seta ingerida. Las de la categoría A, son más tóxicas y causan la destrucción de las células, sobretodo las de hígado y riñón. Las de categoría B y C, afectan al sistema nervioso y las del tipo D causan irritación gastrointestinal. Algunos de los síntomas asociados a esta intoxicación son: vómitos, diarrea, dolor abdominal, debilidad, letargo, ictericia (piel amarilla), movimientos descoordinados, babeo excesivo y en casos graves incluso convulsiones y el coma.

Diagnóstico:

Si creemos que nuestro perro ha ingerido una seta y padece alguno o varios de los síntomas anteriormente mencionados, deberemos llevarlo al veterinario de inmediato. Se le realizará un examen físico completo, y debería realizarse un análisis de sangre, perfil bioquímico y análisis de orina, para valorar si existen niveles bajos de glucosa en sangre o altos en enzimas hepáticas si se ha dañado el hígado.

Tratamiento:

Normalmente se administrará carbón activo por vía oral, uniéndose este con las toxinas presentes en el estómago y los intestinos. Se someterá el perro a fluidoterapia para estabilizar el nivel de líquidos y aumentar la micción para eliminar las toxinas. Si el caso es grave, deberá hacerse un lavado de estómago, induciendo al vómito al animal.

Pronóstico

Si el tratamiento se realiza a tiempo en general suele ser bueno; sin embargo, dependerá de la cantidad de setas ingeridas y la toxicidad de estas. 

Uno de los problemas asociados a esta intoxicación es que en numerosas ocasiones los síntomas asociados se producirán horas más tarde, con lo cual a veces el lavado de estómago no sirve de nada, ya que el perro lo ha absorvido por completo. 

A las 24 - 48 horas de la ingestión se deverá repetir la analítica sanguínea para asegurarse del funcionamiento hepático y renal.

GARRAPATAS

Todos conocemos que es una garrapata, pero... ¿conocemos su ciclo de vida? y ¿las enfermedades que pueden transmitir?

Muchas personas pasado el verano disminuyen la protección de su perro frente a estos parásitos, creyendo que solo es posible su adquisición en esa época del año, y ¡estan muy equivocados!

La garrapata empieza a hacer su aparición en primavera, descendiendo su nivel de actividad en verano, puesto que con las altas temperaturas y la sequía muchas de ellas no sobreviven, volviendo a resurgir en otoño. Mientras no están en su hospedador, las garrapatas dependen mucho de las condiciones ambientales. Así, cuando la temperatura es alta y el porcentaje de humedad bajo, pueden morir por pérdida de agua, es decir por desecación.

Existen tres tipos de garrapata en España y se pueden catalogar en garrapatas de zonas húmedas, o de zonas secas.

Zonas secas:

Es la garrapata común y se encuentra por debajo de los 600 metros. Se encuentra también en ambientes humanos, no solo naturales, adaptándose de manera fácil en entornos de construcciones y jardines donde exista hierba y vegetación. Pueden habitar en casa y si nuestro perro las adquiere y dispone de una caseta o perrera en su hogar, pueden alcanzar una abundancia alarmante. Al aire libre son activas en primavera y otoño; dentro del hogar lo pueden ser todo el año. Son transmisores de varias enfermedades tanto para el animal como para las personas, y debemos proteger al máximo a nuestro perro de estas hasta entrado el invierno.

Zonas húmedas:

Existen dos tipos de garrapata y se distinguen una por su color más oscuro y la otra porque es manchada. La primera se encuentra en la franja del norte, desde Galicia hasta el Pirineo Navarro y mueren si la temperatura sube de 15º, por lo que proliferan sobretodo en primavera. Es transmisora de la enfermedad de Lyme, que explicaré más adelante. Suelen vivir en animales salvajes y ganado, pero nuestro perro puede  volverse portador si paseamos por zonas endémicas de este territorio.

                                                    





El segundo tipo necesita temperatura moderada o baja y humedad alta y se encuentra sobretodo en Galicia, Asturias y Santander.  Parasita de manera prioritaria entre la fauna salvaje y roedores pero nuestro perro puede portarlas desde octubre hasta marzo. Si las temperaturas no bajan de 5º pueden estar activas todo el invierno, y son portadoras de la babeosis canina que ahora explicaré.

• EHRLICHÍOSIS CANINA: se transmite por la garrapata común y está distribuida por toda España, incluyendo las islas. Síntomas: apatía, anorexia, fiebre, pérdida de peso, hemorragias, aumento del tamaño del hígado, bazo y afección de los ganglios linfáticos. A veces puede afectar los ojos con conjuntivitis y hemorragias. Se trata a través de antibiótico (Doxiciclina) durante un largo período de tiempo, y hay que vigilar si existen órganos afectados, su evolución clínica.
•  FIEBRE BOTONOSA MEDITERRÁNEA: expandida sobretodo en la cuenca mediterránea. La transmite la garrapata común y afecta a personas. En las zonas endémicas entre un 8 y 26 % de la población humana es seropositiva. En humanos aparece una mancha oscura, casi negra, en la zona de la picadura. En el perro la infección no da síntomas y tiene poca importancia, solo que es el portador de estas al entorno humano.
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  ENFERMEDAD DE LYME: causada por la borrelia, se considera la enfermedad humana transmitida por garrapatas con mayor importancia a nivel mundial. Se encuentra distribuida por todo el norte de la península. Cursa con apatía, inapetencia y fiebre alta, aunque el principal síntoma es la cojera, rigidez de los miembros y dolores articulares en los perros afectados. Se puede tratar mediante administración en un período largo de un antibiótico de corto espectro.
• BABEOSÍS CANINA: distribuida a nivel mundial mediante un parásito que destruye los glóbulos rojos de la sangre. Una garrapata no inyecta la infección hasta que lleva entre 48 - 72 horas alimentándose del perro. Es endémica en toda España y se transmite tanto por garrapatas de zonas húmedas como secas, siendo más común en la parte norte del país. Existen animales inmunes y otros sensibles, siendo más vulnerables los cachorros. El cuadro clínico es agudo y cursa con dos o tres días de anorexia, abatimiento y a veces vómitos y fiebre alta. El síntoma más común es la orina oscura, debido a la destrucción de hematíes, y el color amarillento de las mucosas por el aumento de la bilirrubina.
  Deberemos diagnosticarla a tiempo para conseguir la cura del perro mediante diferentes productos como el Imidocarb (Imizol) que resulta muy efectivo. Si la enfermedad está avanzada es importante poner tratamiento a los síntomas colaterales, siendo a veces necesario realizar una transfusión sanguínea para poder salvarle la vida al animal.
  
  

  ¿Como lo protejo? En la actualidad existen cantidad de productos muy efectivos contra garrapatas, así como collares antiparasitarios o pipetas. Algunos de los más eficientes son: Preventic (Amitraz), un collar antiparasitario que dura cuatro meses; Scalibur (Deltametrina), collar de seis meses; Kiltix (Fumetrina), collar de seis meses; Frontline (Fipronil), spray y pipeta de 1 mes (aconsejable cada 3 semanas en época de riesgo); y ExSpot (Permetrina) , pipeta de 1 mes (aconsejable cada 3 semanas en época de riesgo).